Buen chico - Episodio 1
by J. Gilbert
Vince, ¿limpiaste como te lo pedí?
Vince está sentado en el piso del vestíbulo de Eastside Rescue…
Jugando con Peanut, el nuevo cachorro del refugio de animales.
Lo voy a hacer.
Hago un gesto con mis ojos.
Me encanta hacer voluntariado en Eastside…
O ASÍ ERA, al menos, hasta que asignaron a Vince aquí.
Conozco a Vince de la escuela.
Siempre está en problemas.
No me sorprendió que lo atraparan robando en una tienda…
¿Pero ese juez tenía que enviarlo AQUÍ para su servicio comunitario?
Apúrate. Ya viene la tormenta.
Vince y yo somos los únicos voluntarios en Eastside hoy…
Y me gustaría salir de aquí antes de que empiece a llover.
Pon a Peanut de vuelta en su perrera y ayúdame a cerrar.
En un minuto.
Él abraza a Peanut, quien le lame la cara.
Yo suspiro y limpio el mostrador del frente.
¡Me vendría bien un poco de ayuda!
¡ESTOY ayudando!
Rasca a Peanut detrás de las orejas.
¡Estoy socializando con este buen chico!
Justo entonces, un estruendo de rayos asusta a Peanut.
El cachorro se escabulle debajo del mostrador y se esconde.
La lluvia salpica contra la puerta de entrada.
Diantres. Demasiado tarde.
Supongo que vamos a esperar la tormenta aquí.
Así es JUSTAMENTE como quería pasar el resto de mi tarde del sábado:
Atrapada con Vince Meadows.
Un rayo resuena de nuevo…
Y se va la luz.
Aún mejor.
Justo cuando encuentro una linterna…
Oigo un ruido quejumbroso de afuera.
Veo a Vince mientras Peanut le ladra al sonido agudo.
¿Eso es…
Es la sirena de tornado del pueblo.
Vince y yo nos quedamos viendo.
Soy la voluntaria principal aquí…
Pero no sé qué hacer en una emergencia como esta.
Cuando el vestíbulo empieza a sacudirse y sonar…
Me congelo.
¿¿Y los animales??
Este edificio es resistente.
Las perreras son seguras.
Los animales estarán a salvo en lo posible.
Debemos estar a salvo también.
Deberíamos ir a una habitación interior.
¿La bodega?
Sí. Solo déjame agarrar...
Antes de que termine, una ráfaga de viento abre la puerta…
Casi arrancándola de las bisagras.
Entran cortinas de lluvia.
Las sirenas todavía están sonando…
Y detrás de ellas escucho algo más...
Un rugido bajo, profundo y estruendoso…
Tan imparable como un tren descarrilado.
¡Tenemos que ir a la bodega!
¡AHORA!
¡Un segundo!
Él corre al mostrador…
Mientras una pequeña mancha café sale de abajo...
¡PEANUT!
El cachorro resbala por el piso mojado y sale disparado.
¡Tengo que ir tras él!
¡Vince, NO!
¡Viene un tornado!
¿Y te parece bien dejar a Peanut afuera con eso?
Yo…
¡Ve a la bodega!
¡Traeré a Peanut!
¡Soy la voluntaria a cargo!
¡Iré yo!
¡De ninguna manera!
Antes de que pueda detenerlo…
Vince se va corriendo hacia afuera.
Tiene razón...
Debería ir al almacén antes de que las cosas empeoren.
Pero no puedo irme…
No hasta que Vince regrese y sepa que está bien.
Este es el primer día que me dejan a cargo del refugio.
Ahora mismo, Eastside es mi responsabilidad…
Y también Vince.
Mientras el rugido de afuera se intensifica…
Me acerco con cautela a la puerta y espero.
Al principio no puedo ver nada a través de la lluvia…
Pero luego distingo una sombra oscura que corre hacia mí.
¡VINCE!
¡¡Cuidado!!
Se agacha para evadir una rama volando…
Y llega al vestíbulo del refugio.
Está totalmente empapado…
Y también Peanut, que lloriquea en sus brazos.
Corremos a la bodega.
Tomo a Peanut y gateo debajo de una mesa…
Enroscándome alrededor del cachorro.
Vince pone sus brazos alrededor de mí…
Protegiéndonos de lo que sea que suceda después.
Cierro los ojos mientras el rugido se intensifica.
Las paredes a nuestro alrededor se sacuden.
¡Oh, Dios!
¡Solo aguanta!
Aprieta sus brazos alrededor de mí.
Es tan fuerte.
¡Te tengo!
¡Los tengo a los DOS!
El tornado ruge muy cerca.
Estoy segura de que está a punto de pegarnos…
Y destrozar el refugio.
Pero entonces…
El rugido se hace un poco más suave.
¿Está…
Creo que se está alejando.
Nos quedamos debajo de la mesa durante varios minutos más.
Hasta que el rugido se desvanece en la distancia.
Hasta que estamos seguros.
Luego corremos a ver cómo están los animales.
Los perros están ladrando y los gatos están escondidos…
Pero todos están bien.
El refugio resistió.
Envuelvo a Peanut en una toalla.
¿Está bien?
Está bien. Solo está mojado y asustado.
Conozco esa sensación.
Volteo a ver a Vince.
Su cabello goteando le cuelga sobre los ojos.
Está temblando.
Le entrego a Peanut y envuelvo otra toalla alrededor de sus hombros.
No puedo creer que hicieras eso.
Sé que fue tonto…
Pero no podía dejar a este buen chico en peligro.
Veo la forma en que mece a Peanut…
Y pienso que quizá estoy viendo a DOS buenos chicos.
¿Puedo preguntarte algo?
Claro.
Estás aquí porque robaste en una tienda.
¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué robar?
Vince aprieta la boca como una línea delgada.
Bueno…
Suspira.
El cumpleaños de mi hermanito estaba por llegar.
No he tenido mucho dinero últimamente.
No podíamos pagar un regalo.
Así que…
Robé un perrito de peluche en la juguetería del centro comercial.
Sé que estuvo mal.
Pero a mi hermano le encantan los perros y...
Quería darle ALGO por su cumpleaños.
Vince voltea a ver a Peanut.
Quería comprarle un perro de VERDAD.
Como Peanut. Peanut sería perfecto.
Pero no puedo costearlo.
Pienso en cómo Vince se arriesgó para rescatar al cachorro…
Y se me ocurre una idea.
Regreso adentro a llamar a la directora del refugio.
Le cuento sobre Vince y Peanut…
Y le doy una sugerencia.
De vuelta en el vestíbulo, le sonrío a Vince.
¿Te gustaría llevarte a Peanut a casa?
Vince frunce el ceño.
Me encantaría…
Pero te dije que no puedo costear su cuidado.
Hablé con la directora.
Pusiste en riesgo tu vida por uno de nuestros cachorros.
Mereces una recompensa.
El Refugio Eastside va a donar suministros y cuidado veterinario para Peanut.
Los ojos de Vince se iluminan…
Pero luego sacude la cabeza.
No tengo suficiente para la cuota de adopción.
Le toco el hombro.
Eso corre por mi cuenta.
Gracias por salvar a Peanut…
Y por protegerme.
Nunca olvidaré como me sostuvo debajo de la mesa.
Siento haberte juzgado mal, Vince.
¿Quizá podemos tomar un café alguna vez?
Vince sonríe.
Su sonrisa nunca había hecho palpitar mi corazón…
Pero ahora sí.
Eso me gustaría mucho.
Bien.
Me paro en las puntas de los pies…
Y beso su mejilla.
Peanut lloriquea alegre.
Me río y le rasco la oreja.
Sí, Peanut. Eres un buen chico.
Luego acomodo la toalla en los hombros de Vince…
Para mantenerlo caliente.
Y tú también.
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