La niña que desapareció - Episodio 1
by Grey Kieffer
Creo que he estado viendo un fantasma.
No se lo he dicho a nadie...
Pero hace algunos días que...
Viene ocurriendo algo.
Y en este momento, lo estoy sintiendo de nuevo.
Es medianoche.
Se me abren los ojos de repente.
Y no puedo evitarlo.
Una vez más, me siento atraída hacia el techo.
Arrojo a un lado mi cubrecama...
Y salgo gateando por la ventana.
La brisa fresca de la noche me toca la cara.
Y, entonces, la veo.
Levitando treinta centímetros por encima del techo...
Una niña pequeña está sentada de piernas cruzadas bajo las estrellas.
Aguanto la respiración.
El corazón me late con fuerza mientras trato de escabullirme.
Y por primera vez...
La niña habla.
Hola.
Me llamo Cornelia.
Me estremezco y casi me caigo del techo.
No te vayas.
Por favor. Quédate.
¡No me lastimes!
Ella gira la cabecita hacia mí.
No quiero lastimarte.
Quiero ayudarte.
Recupero el aliento y trato de hablar.
¿Qué...?
¿Qué quieres de mí?
La niña comienza a soltar una risita.
Ay, Emily...
La pregunta es...
¿Qué quieres tú de mí?
Se me tensan todos los músculos del cuerpo.
¿Cómo sabes mi nombre?
¿Eres real? ¡¿Qué está ocurriendo?!
Sé cómo te sientes.
¿De qué estás hablando?
Ese sentimiento...
Es como si no pertenecieras a este lugar.
Como si debiera haber algo más.
Se me dilatan los ojos de la incredulidad.
¿Cómo es posible que sepa eso?
Una sonrisa extraña se esboza en su rostro fantasmal.
¿Quién eres?
Escucho un portazo desde el interior de la casa.
Giro la cabeza rápidamente hacia el sonido.
Escucho que mi madre me llama.
Y, entonces, cuando vuelvo la mirada hacia la niña...
Ya no está.
Me vuelvo a meter en la cama.
Mi mamá golpea la puerta de mi habitación.
¿Estás bien, cariño?
Me pareció oírte hablar con alguien.
Estoy bien.
Solo tuve un mal sueño.
Me besa la frente.
Que duermas bien, cielo.
Pero no puedo dormir...
Pienso acerca de esa niña toda la noche...
Y lo que dijo.
Al día siguiente...
Voy a la casa de mi novio.
Lo abrazo fuerte cuando abre la puerta.
¡Hola!
Me devuelve el abrazo.
¿Está todo bien?
Contengo las lágrimas que quieren salir por mis ojos.
Sí, estoy bien.
Se aparta y me mira.
¿Qué ocurre?
Siempre se da cuenta cuando me guardo algo.
Necesito...
Necesito hablarte de algo.
Subimos a su habitación y nos sentamos en la cama.
Ha estado ocurriendo algo hace algunas noches.
Mi novio parece preocupado.
¿A qué te refieres?
Esto va a sonar ridículo…
Pero tienes que creerme.
Por supuesto que voy a creerte.
He estado viendo un...
Se me atragantan las palabras.
He estado hablando con un fantasma.
En el rostro de Grant aparece una sonrisa.
Y luego comienza a reírse por lo bajo.
Grant... Es de verdad.
Emily...
Probablemente solo estés teniendo pesadillas.
Por favor…
Tú eres la única persona en el mundo que me entiende.
No puedo decirle la verdad a nadie más.
Si no me crees…
¿Quién lo hará?
¿Qué quieres que diga?
No creo en los fantasmas.
Lo siento.
Miro al piso.
Bueno…
Si no me crees…
Ven a mi casa hoy a la medianoche.
¿Quieres que me escabulla a medianoche?
Digo que sí con la cabeza.
Sí. Necesito que entiendas.
Respira profundo y frunce el ceño.
Esta bien, te veré esta noche.
A la hora de la cena...
Mi mamá sigue haciendo indagaciones sobre mi comportamiento.
Pareces rara, cariño.
Has estado cabizbaja.
Dime qué ocurre.
Cambio el tema de conversación.
Mamá, ¿quién vivía aquí antes que nosotras?
Levanta la vista de su plato.
¿Por qué?
Solo tengo curiosidad.
Una familia vivía aquí.
Hace alrededor de diez años…
Ellos nos vendieron la casa.
¿Por qué se mudaron?
Mi mamá suspira.
Algo ocurrió.
Abandonaron la ciudad con prisa.
Me palpita el corazón.
¿Qué ocurrió?
Mi mamá apoya el tenedor.
¿Por qué te interesa?
¡Solo dime!
Tenían una hija, ¿está bien?
Tenía más o menos tu edad…
Y un día desapareció.
Y los padres no soportaban seguir viviendo aquí.
Pusieron la casa en venta y la compramos.
Se me cae el vaso de agua de la mano.
Se hace añicos en el piso.
¡Emily! ¿Qué pasa contigo?
¡Deja de gritarme!
¡No me contestes así!
Tiro mi plato al suelo...
Y subo las escaleras echando humo por las orejas.
Cierro la puerta con llave al entrar...
Y me tiro al piso.
Pienso en Cornelia...
Y no puedo evitar preguntarme...
Si tuviera la posibilidad de desaparecer por completo...
¿Lo haría?
Cuando al fin se hace medianoche...
Abro la ventana...
Y salgo.
¡Pst! ¡Hola!
Grant trepa por el caño del desagüe.
Nos sentamos juntos en el borde del techo.
Muchas gracias por venir.
¿Cómo no iba a hacerlo?
Vuelvo a sentir la sensación de antes.
Algo que me atrae...
Sientes eso, ¿verdad?
¿Sentir qué?
¿De verdad no lo sientes?
Emily...
Creo que estás inventando todo esto.
Y entonces, justo detrás de Grant...
Veo que Cornelia se acerca tímidamente.
Hola, Emily.
Siento un escalofrío.
¡Mira allí! ¡Allí está!
Grant se da vuelta rápidamente.
Cornelia suelta una risita.
¡¿De qué estás hablando?!
No hay nadie aquí.
Me paro en el techo y comienzo a gritar.
¡Justo delante de ti!
¡Es Cornelia!
¡La niña que desapareció hace años!
¡Te estás volviendo loca!
Cornelia se lleva un dedo a los labios lentamente.
Shh…
Él no comprende.
Nadie comprende.
Se me caen las lágrimas por la cara.
Tiene razón.
No entienden.
Basta, ¡voy a buscar a tu mamá!
¡No! ¡No lo hagas, Grant!
Corre hacia el interior de la casa.
Déjalo ir.
No lo necesitamos.
Yo puedo ayudarte.
Solo confía en mí.
Digo que sí con la cabeza, con lágrimas en los ojos.
Confío en ti.
No sé por qué…
Pero confío en ti.
La niña estira la mano...
Y me sonríe.
Grant y mi mamá salen al techo gateando.
¡Emily! ¿Qué estás haciendo?
¡Bájate de allí!
¡Emily! ¡Detente!
Me gritan...
Pero no los escucho.
Cornelia me lleva hacia adelante.
Ahora quiero que pidas un deseo.
Estiro la mano.
¡No!
¡No!
Repite lo que diga.
Tomo su mano suave.
Levanto un pie descalzo al aire.
Mi mamá y Grant gritan.
Y, entonces, Cornelia se da la vuelta y me mira.
Ella puede ver a mi mamá y a Grant...
Pero ellos no pueden verla a ella.
Una expresión triste y dulce aparece en su cara.
Vuelve con ellos.
¿Por qué estás aquí?
Me peleé con mis padres…
Y pedí un deseo para desaparecer.
Mi deseo se cumplió…
Pero luego no pude deshacerlo.
Me sentía muy sola.
Tú eres la única que ha podido verme hasta ahora.
Quería que te quedaras conmigo para siempre.
Pero ahora puedo ver…
Que eso no sería justo para ti.
Prometo que no volveré a molestarte.
Disfruta del resto de tu vida, Emily…
Y NUNCA desees poder desaparecer.
Puedo sentir que mi mamá y Grant me están jalando hacia atrás.
Me doy la vuelta y me dejo caer en los brazos de mi madre.
Miro al otro lado del techo donde estaba Cornelia.
Se ha ido.
Y sé que esta vez...
No volverá.
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