Al mercado - Capítulo 1
by Joseph Evans
Estoy tirada en mi cama con la laptop sobre mi falda...
Viendo con desinterés las novedades en mis redes sociales...
Cuando llega una videollamada entrante de mi novio, Jake.
Respondo la llamada y le dedico una sonrisa sugestiva.
¡Oye, Jake!
Te fuiste hace apenas unas horas...
Pero simplemente quieres más de mí, ¿no?
Jake no me devuelve la sonrisa.
¿Por qué estás tan serio?
¿Pasó algo?
Sarah, hay algo que debo mostrarte.
Es una foto.
Aparece una foto en mi pantalla.
Es un grupo de amigos en una pista de baile posando para la cámara.
Se ve como una escena de discoteca común y corriente...
Excepto por una cosa:
La chica en el centro del grupo...
Soy yo.
Esta foto fue publicada anoche en las redes sociales de la discoteca.
La sacaron a las 11:33 p.m.
Me acomodo y me arrodillo.
Pero no salí anoche.
Ya sé.
A las 11:33 p.m....
Estábamos viendo una película juntos en tu casa.
Inspecciono más de cerca el grupo que me rodea en la foto.
¿Quiénes son estas personas?
Es la primera vez que los veo en mi vida.
Jake respira profundamente.
Lo que voy a contarte va a parecer una locura...
Pero escúchame.
Hay rumores dando vueltas...
De que una espeluznante empresa dedicada a la clonación ha estado operando en el país durante décadas.
Los padres les pagan montañas de dinero para que clonen a sus hijos al nacer...
Y después envían al clon a vivir con actores que fingen ser sus padres.
No puedo evitar una risa incrédula.
Tienes razón, suena demencial.
Como Jake permanece serio, frunzo el ceño.
¿Por qué alguien querría clonar a su hijo?
Para que sean el donante de órganos perfecto...
Por si ese hijo alguna vez necesita un trasplante.
Contraigo todo el rostro.
Espera... ¿No estás diciendo lo que creo que estás diciendo, verdad?
Jake levanta las cejas.
Tus padres siempre han sido extremadamente sobreprotectores.
Son precisamente el tipo de persona que te clonaría...
Para estar seguros de que tendrías el respaldo en caso de que alguna vez necesitaras un trasplante.
Mi mirada deambula mientras voy comprendiendo la realidad.
Con un movimiento rápido, agarro la computadora.
Y la sostengo mientras salgo de la cama...
Y comienzo a caminar de un lado a otro por mi habitación.
Es por esto que siempre han sido tan raros, ¿no es cierto?
Han estado escondiendo este gigantesco secreto de mí durante toda mi vida.
¡Me clonaron al nacer!
Jake parece entrar en pánico.
¡Sarah, baja la voz!
Esto es lo más terrorífico:
Si el clon alguna vez descubre la verdad...
Se encargan de él.
Inclino la cabeza hacia un lado.
Cuando dices "se encargan"...
¿Qué quieres decir exactamente?
Los padres falsos dicen que los llevan "al mercado".
Pero en realidad se los llevan...
Para que los maten.
Para que la empresa de clonación no salte a la luz.
Trago saliva con dificultad.
¡Ay, por Dios!
¿Qué sucedería si esa chica encontrara fotos mías en Internet y comenzara a preguntarse cosas?
¡La asesinarían!
¿Qué hago, Jake?
Creo que sabes lo que tienes que hacer.
Lentamente dejo mi laptop sobre el escritorio...
Y comienzo a girar en mi silla.
Tengo que ponerme en contacto con ella...
Y ayudarla a escapar.
Jake asiente sombríamente.
La etiquetaron como Angélica Preston.
Estoy seguro de que no será difícil encontrarla.
Jake termina la llamada...
Y escribo “Angélica Preston” en la barra de búsqueda de mi programa de videollamadas.
Su foto de perfil aparece inmediatamente...
Se ve exactamente igual a mí.
Presiono el botón para llamar...
Y cuando Angélica contesta...
Su rostro se pone pálido como un fantasma.
Angélica, no me conoces...
Pero me llamo Sarah...
Y como puedes ver, somos idénticas.
Sé que esto debe ser superextraño.
Pero, por favor, hagas lo que hagas, no cortes.
Angélica sólo se queda mirándome, sus ojos clavados en los míos.
¿Tus padres saben que estás hablando con alguien ahora mismo?
Angélica sacude la cabeza en silencio.
¿La puerta de tu habitación está cerrada?
Angélica asiente, aunque sigue luciendo aterrorizada.
Bueno, no hay una forma sencilla de decir esto...
Pero... eres una clon mía.
Veo que Angélica comienza a agitarse.
Te crearon para que fueras mi donante de órganos.
Tus padres no son tus verdaderos padres.
Son actores contratados para criarte.
Y si descubren que sabes esto...
Van a matarte.
Después de un rato en silencio...
Angélica por fin abre la boca para hablar.
Estás equivocada.
Cierro los ojos por un instante...
Y trato de expresar la gravedad de la situación a través de la incomodidad en mi rostro.
Por favor, tienes que creerme.
Tu vida está en un grave peligro.
Debes escapar por la ventana de tu habitación y huir.
Pero Angélica sólo sacude la cabeza.
No. Te lo estoy diciendo: de verdad estás equivocada.
Yo no soy tu clon.
Me presiono la raíz de la nariz, deseando que acepte lo que le estoy diciendo.
¡Angélica, por favor!
¡Tienes que creerme!
¡Míranos!
¡Somos idénticas!
Angélica levanta abruptamente la palma de su mano.
Tan sólo... deja de hablar.
Temblando, baja la mano hasta su costado...
Y saca su celular del bolsillo.
Luego, lo lleva lentamente hasta la oreja...
Y pronuncia dos palabras:
Lo sabe.
Estoy a punto de preguntarle a Angélica con quién está hablando...
Cuando se escucha la voz de mi mamá llamándome desde las escaleras:
Cariño, tenemos que ir al mercado.
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